
Se suponía que lo peor ya había pasado. Nos reunimos después de una década de diferencia. Estábamos descubriendo la verdad sobre nuestro pasado. Estábamos entrenando y fortaleciéndonos cada día. Incluso éramos felices... Pero nunca imaginamos que los mogadorianos pudieran poner a uno de los nuestros en nuestra contra. Fuimos tontos por confiar en Cinco. Y ahora Ocho se pierde para siempre. Tapa blanda en rústica