Para el público, es un héroe, un asesino que tiene como objetivo a los pedófilos condenados. La joven e inexperta Kerrigan quiere creer que el asesinato es un asesinato sin importar los pecados de la víctima. Solo cuando la violencia de los asesinos comienza a escalar, se ve obligada a confrontar exactamente hasta dónde está dispuesta a llegar para garantizar que se haga justicia... Tapa blanda en rústica