Agradablemente retorcido... con un final asesino que no podía dejar de leer Sophie Hannah Han pasado diecinueve años desde que Laurel, de diez años, fue sentenciada a cadena perpetua y Rosie, de seis años, recibió una nueva identidad. Las hermanas eran la viva imagen de la inocencia, dos niñas a las que les encantaba escuchar los cuentos de sus madres antes de dormir y jugar a las fantasías en el jardín. Pero luego, un acto de horror sin igual destroza a su familia, dejando a Laurel tras las rejas y Rosie se muda a otra parte del país. Tapa blanda en rústica