Dos hermanos varones se despiertan atados y atados en un cobertizo junto al mar. Su secuestrador se ha ido pero pronto regresará. Sus lazos son ineludibles. Pero hay una botella y alquitrán para sellarla. Papel y una astilla para escribir sangre por tinta. Un mensaje pidiendo ayuda... Su esposo no dirá la verdad a dónde va y cuánto tiempo estará fuera. Tapa blanda en rústica