Dios nunca se rinde. Cuando nos desviamos o cometemos un error, Dios continúa persiguiéndonos con un amor incesante. En el amor inagotable de Oseas por su esposa descarriada, vivió la forma en que Dios ama a su pueblo. Su historia es un recordatorio de que Dios nunca nos abandonará. Tapa blanda en rústica