24 de agosto de 1939 El destino del mundo pende de un hilo. Hitler tiene la ambición de invadir Polonia y espera que Stalin ahora lo ayude. Occidente debe tratar de detenerlo. Nada era predecible o inevitable. Occidente esperaba que Hitler tuviera sentido si se mantenían firmes. Hitler estaba convencido de que Occidente daría marcha atrás. Tapa blanda en rústica