Railey nace de un sueño, el de crear una marca inspiradora, de apoyo a la acción deportiva, comprometida a nivel ambiental y social, que tiene como objetivo cambiar los hábitos de consumo. Esta joven marca nació en Marsella, bajo el sol de las playas del Mediterráneo. Aquí es donde se imaginó la colección. Railey se opone al hiperconsumo de ropa de mala calidad diseñada con "obsolescencia programada" que ofrecen las grandes marcas. Railey se compromete a crear ropa de alta calidad de la manera más responsable posible. La serigrafía y el etiquetado se realizan en Marsella para apoyar el comercio local.