Una infusión floral y calmante, cargada de lavanda y rosa, suavizada por la deliciosa redondez de la miel y la calidez del regaliz. La hierba limón y la cáscara de naranja aportan una frescura cítrica, equilibrada por la flor de tilo y la dulzura afrutada del pulpa de manzana. En boca, una sutil armonía entre romanticismo, ligereza y calidez envolvente. Su color dorado, con reflejos ambarinos, evoca un crepúsculo provenzal. miElaborada con plantas orgánicas cuidadosamente seleccionadas, esta infusión se puede disfrutar al amanecer o al atardecer, para un momento de profunda calma. Presentado en una caja de metal refinada y ecológica, celebra el arte de vivir en Provenza y la poesía de los momentos suspendidos.