Es un alimento complementario recomendado para dietas de control de peso, protección de la flora intestinal y para garantizar un correcto aporte de fibra en personas con dietas bajas en fruta y verduras. Los efectos saludables atribuidos a los fructooligosacáridos se asocian a su capacidad para modificar la composición de la microflora del colon, motivo por el cual se les denomina también prebióticos. Éstas son algunas de sus funciones fisiológicas más sobresalientes: Favorecen el crecimiento de los bífido bacterias. Estimulan la función inmunológica y la síntesis de ciertas vitaminas como B12. Contribuyen a reducir trastornos digestivos como el exceso de gases, al equilibrar la flora intestinal y limitar el crecimiento de bacterias que los generan. Mejoran el tránsito intestinal, lo que resulta beneficioso en caso de estreñimiento. El consumo de FOS se asocia a un mejor aprovechamiento por parte de nuestro organismo de diversos minerales como el calcio y el magnesio, componentes fundamentales para huesos y dientes.