El té rojo y el té verde favorecen la circulación sanguínea y estimulan el hígado. Así, potencian la eliminación de toxinas, desintoxicando y depurando el organismo. Reducen el colesterol en sangre y favorecen la circulación sanguínea. Tomado después de las comidas, mejora la digestión ya que aumenta el flujo de jugos gástricos. En cuanto a la piña, rica en bromelina o bromelina, favorece la diuresis y ayuda a liberar más fácilmente las masas de grasas (la famosa piel de naranja-celulitis). Actúa como vasodilatador arterial, reduciendo la tensión y protegiendo así de problemas cardiovasculares. Y, por último, la bromelina ayuda en el proceso digestivo, siendo capaz de digerir varias veces su peso en proteínas. Por su composición, una combinación de té verde, té rojo y piña supone un buen aliado en casos de problemas digestivos, dietas de adelgazamiento y como protector del corazón. Modo de empleo: tomar 3-4 cápsulas al día entre las comidas con un gran vaso de agua. Mantener en lugar fresco y seco.