
Estos comprimidos son ricos en los dos tipos de fibra, soluble e insoluble. La fibra insoluble engloba celulosa, hemicelulosa y ligninas, entre otros. Se encuentra en alimentos tales como granos, verduras, y salvado de trigo. La fibra insoluble acelera el paso de los alimentos a través del estómago y los intestinos y le agrega volumen a las heces, arrastrando impurezas del intestino grueso. La fibra soluble (pectinas, mucílagos, gomas) procede mayoritariamente de frutas, salvado de avena, la cebada, las nueces, las semillas, los frijoles, las lentejas, etc. Las ventajas de esta fibra son varias, entre ellas está que absorbe varias veces su peso en agua, lo que produce sensación de saciedad, reduce el colesterol y el azúcar en sangre, y ayuda en los movimientos peristálticos del intestino, aunque en menor medida que la fibra insoluble. Es necesario un aporte de ambos tipos de fibras para mantener una buena salud. La fibra dietética protege contra el estreñimiento, las hemorroides, las venas varicosas, la obesidad, apendicitis, cálculos biliares y renales, la hipertensión, enfermedades cardiovasculares, colitis, anemia perniciosa y caries dental. Modo de empleo: tomar 2 ó 3 comprimidos tres veces al día, antes de las comidas con un vaso grande de agua. Mantener en lugar fresco y seco.