Corazón de piña y el concentrado de piña son ricos en una enzima digestiva denominada bromelaínas. La bromelaínas es un excelente digestivo por su actividad como proteasa, altamente beneficioso en casos de digestiones difíciles, a la vez que posee propiedades anorexígenos, es decir, disminuye el apetito. Los fructooligosacáridos, como fibras insolubles que son, aportan sensación de saciedad; esto, unido a la acción anorexígena de la piña, evita que se produzcan excesos en las comidas, o “picar” entre horas. Los fructooligosacáridos también aceleran el paso de los alimentos por el sistema digestivo, evitando de esta forma el estreñimiento y la consecuente molestia intestinal y putrefacción de las heces. Una tercera acción de esta fibra es la protección de la flora intestinal, ya que, estos microorganismos tan necesarios. Se alimentan de los compuestos liberados por la fibra durante la digestión.