¡Un verdadero botiquín de primeros auxilios por sí solo! Su textura ligeramente espesa, su color verdoso y su fuerte olor a curry no deben desanimarnos. Es el aceite circulatorio y cicatrizante por excelencia. En Madagascar o en las islas donde se produce, una sola palabra lo describe: ¡Ré-gé-né-rer! El aceite de Calophylle hará las delicias de piernas cansadas, varices por aliviar o fans del drenaje linfático. Tiene fama de fortalecer y reactivar la circulación al mismo tiempo. También es un formidable aliado antiarrugas cuando se añade a un preparado cosmético, y cuando se masajea sobre el cuerpo, las estrías deben tener cuidado...