CAPERUCITA QUE NO ERA ROJA

Una niña vestida toda de azul y apodada la “Niña Azul” debe cruzar el bosque para llevarle un tarro de miel a su abuela enferma. Esta historia nos parece familiar y creemos saber lo que sucederá después... Pero es aquí donde la reescritura adquiere toda su fuerza: ¡se apoya en nuestros conocimientos para torcer mejor el cuento y sorprendernos! Aquí, el pelaje rojo se ha vuelto azul, la tortita se sustituye por una balalaika y el lobo ha dado paso a un oso que da consejos y calienta a la niña durante la noche gracias a su pelaje. Y para entretenerlos mejor, al final de la historia también espera a los lectores un pequeño juego, ya que podrán elegir el remate que prefieran entre tres sugerencias. Esta reescritura original del famoso cuento de Perrault ambientado en el universo ruso aporta a la historia una cierta frescura, representada por el color azul que viste la niña. El autor juega con tonos cálidos y fríos, transponiendo la historia a un universo que es el polo opuesto de la historia original.