Durante más de medio siglo, Richard Avedon buscó representar el avance de la edad en los rostros de las personas que fotografiaba. Desde sus primeros años en Harper’s Bazaar y Vogue hasta el siglo XXI, Avedon rompió rutinaria y audazmente la regla de halagar a las personalidades públicas en sus retratos. En lugar de ello, optó por destacar la embestida de lo que llamó la “avalancha de la edad”, dramatizando la experiencia universal de envejecer. Cuidadosamente editada y bellamente producida, Immortal da testimonio enfático de la determinación con la que las personas enfrentan el avance implacable de la mortalidad.