Estos bocados hechos con yogur aportan las ventajas de los prebióticos y probióticos a la vez, apoyando las bacterias intestinales existentes y aportando cultivos vivos adicionales al intestino del perro. Yogur: Probióticos, que mejoran la microbiota intestinal. Alto en proteínas, calcio, vitaminas. Piña: Rica en folatos. Desempeña un papel en el metabolismo de los aminoácidos y la síntesis de proteínas. Coco: Los MCT ayudan a la digestión. Plátano: Prebióticos, contiene inulina y almidón resistente. Aumenta las bacterias saludables; reduce la hinchazón. Diente de león: Prebióticos; contiene inulina y FOS.