¿Acaso no nos encantaban a todos las historias que nuestros padres, madres, abuelos o hermanos nos contaban o leían por la noche antes de irnos a dormir? Éstas eran nuestras horas, que a veces duraban sólo unos minutos. Historias de las que nunca nos cansamos, historias que guiaron nuestros sueños por la noche, historias que subrayaron nuestra conexión con el lector. Historias que tocan el corazón, pero a veces también levantan un dedo, siempre amorosas y tiernas. Historias sin miedo, historias contadas con el corazón abierto... Estamos buscando estas historias, tranquilas y aburridas, para nuestra nueva serie antológica “Dulces sueños, mi querido niño – Cuentos para dormir”.