Basilio nunca logra tomar una decisión. Así es. Así que dondequiera que va, lleva consigo una margarita para pelar y así ayudarle a elegir: Sí, no, sí, no... Así decide, tanto para las pequeñas decisiones cotidianas como para las grandes decisiones de la vida. Hasta el día en que, durante un picnic, un amigo le hace una petición inesperada, susurrada en su oído... ¡Le resulta imposible pedirle ayuda a la margarita, sería muy inapropiado! Tendrá que tomar una decisión solo y con el corazón... Un tierno álbum sobre la confianza en uno mismo y la necesidad de saber escuchar al propio corazón.