Además de los aceites de semilla de uva, cáñamo y macadamia, este aceite seco está enriquecido con extractos de helicriso y árnica. Helichrysum le otorga propiedades antiinflamatorias, descongestionantes y calmantes. Arnica montana es un analgésico y antibiótico natural. La unión de estos extractos hacen de este aceite un auténtico bálsamo para calmar y flamear.