Ya no había realmente un principio ni un final. Sólo el calor que se aferraba, los días que se fundían en uno, la luz que duraba demasiado para que supiéramos si eran las 6 o las 10 de la noche. Fue un verano como una canción que se alarga, que se olvida, que vuelve, que se aprieta un poco. Flotábamos en ella como en un baile lento en la radio de un coche viejo. Y estuvo bien. Maldita sea, eso estuvo bueno. 📏 Formato: A6 — como una vieja Polaroid encontrada 📄 Papel: 300 g — suave, mate, resistente como los estribillos que aún tarareamos 🖨️ Impresión: Anverso con dulces recuerdos, reverso con espacio para la dirección y el sello, y espacio para escribir lo que la música no dice Dale por: Capturar lo que se te escapa Contar una historia sin arruinarla Decir: "¿Te acuerdas?" No pude olvidarlo"