¡Para el perro exigente! Dos cuencos de porcelana blanca de 0,9 litros cada uno, como comedero, sobre un plato negro muy resistente (40 x 20 cm). Lo más destacado: como protección contra salpicaduras se fija una tabla flameada de madera de haya. Los pies antideslizantes garantizan la estabilidad. Además, todo el puesto de alimentación está elevado (ver diferentes alturas).