Mordedor y Caja para Dientes 100% algodón orgánico

Adán el diente Esta caja para dientes es una idea de regalo original y ecorresponsable para consolar la dentición. El bebé puede masticar este molar y luego cuando pierda estos dientes, podrá esconderlos en el bolsillo de la boca para el ratoncito... : pag Este juguete de crochet es para todos los bebés, niñas y niños... Su textura de malla trenzada estimula las capacidades sensoriales y cinestésicas del bebé. Se trata de un juguete acorde con la pedagogía Montessori desde la cuna. Confeccionada respetando el medio ambiente, es 100% algodón orgánico certificado GOTS*. Y cuando decimos 100% algodón, significa por dentro y por fuera. El acolchado también es de algodón. Residuo cero, sus envases de fibra de maíz son reutilizables, reciclables y compostables. Este juguete está tejido a mano a crochet por nuestras artesanas, mujeres con dedos mágicos. Es un juguete elaborado de forma antigua, artesanal y ética. Su construcción, detalles y solidez lo convierten en un juguete de gran calidad. Es apto para bebés desde el nacimiento. Está probado según las normas europeas (CE EN71 1,2,3 y 9) y americanas (ASTM F963). Se puede introducir en la boca de forma segura. Es lavable a máquina. Es reparable y está hecho para durar. Primero un mordedor, el niño puede usarlo como caja para los dientes. ¡Es un juguete en evolución! Su cara divertida con ojos grandes y boca haciendo puchero lo convierten en un juguete divertido y original. ¡Este es un extraordinario regalo de nacimiento para un recién nacido aún más especial! Apto para bebés (0+) Tamaño: 7*5*14cm composición: 100% algodón orgánico cuidado: lavable a máquina a 30°C certificación: CE EN71 1,2,3 y 9 - ASTM F963 *GOTS: Nuestros juguetes están hechos de algodón certificado GOTS: Global Organic Textile Standard. Este exigente sello certifica no sólo unas condiciones de trabajo dignas sino también el respeto por el medio ambiente y certifica un producto que no daña la salud de quien lo porta. Sabías ? El escorbuto se debe a la falta de vitamina C, era la enfermedad de los marineros. De hecho, no tenían acceso a fruta y por tanto eran deficientes, lo que les provocaba que se les aflojaran los dientes. ¡Así que lávate los dientes y come fruta!