Una soleada manteca de karité con toques dulces y afrutados que invita a las vacaciones. Un origen único: la manteca de karité proviene de Burkina Faso y es producida y recolectada por mujeres guardianas de tradiciones ancestrales. Trabajo minucioso y eficaz: la nuez de karité se prensa en frío para conservar y garantizar todas sus propiedades.