Utilizada tradicionalmente en África durante siglos, la esponja vegetal es un accesorio 100% natural que permite un suave peeling de la piel. Ideal para eliminar la piel muerta, favorece la circulación sanguínea, afina la textura de la piel y ayuda a combatir la piel de naranja. La lufa o lufa proviene de una calabaza, una vez seca, se convierte en una esponja con múltiples virtudes: además de sus cualidades exfoliantes, en masaje estimula los tejidos y acelera la evacuación de toxinas. BENEFICIOS - Prepara la piel antes de la depilación - Lucha contra los vellos encarnados después de la depilación. - Elimina las células muertas de la piel y la piel. - Combate la celulitis - Proporciona una mejor penetración del cuidado. - Estimula la circulación sanguínea. - Drena el sistema linfático - Elimina callos en los pies CONSEJOS DE USO La esponja vegetal se usa húmeda, en la ducha. Al contacto con el agua, se hincha y se ablanda. Puede usarse solo o con otro jabón de su elección, realizando suaves movimientos circulares sobre la piel. Frecuencia: se puede utilizar a diario en las partes más ásperas del cuerpo como codos, rodillas, pies. Ocasionalmente en el resto del cuerpo. Después de usar la esponja, enjuaga con agua fría para cerrar los poros de la piel e hidratarte con una sustancia grasa: aceites vegetales, manteca de karité o bálsamo multiusos. Multiusos, también se puede utilizar como esponja para lavar platos. Una ventaja en un enfoque de casa sin desperdicio. ORÍGENES La lufa (lufa) es una esponja natural hecha de las fibras de una calabaza de la familia de las Cucurbitáceas (lufa aegyptiaca). Originaria de Burkina-Faso, la fruta se recoge cuando está madura y luego se deja secar. Luego se le quita la piel para obtener una esponja vegetal. COMPOSICIÓN Y MANTENIMIENTO Dimensiones: tamaño aleatorio, cada esponja es única. Material: fibras de lufa 100% naturales. Hecho de calabaza, el bizcocho todavía puede tener algunas semillas negras en su interior. Almacenamiento: Después de su uso, enjuague su esponja y déjela secar al aire. Para limpiarlo a fondo, puedes hervirlo unos minutos o meterlo en la máquina entre 40 y 60 °. 100% biodegradable, al final de su vida puedes echar tu esponja en un compost.