El Grosse Horloge de La Rochelle es uno de los símbolos de la ciudad y una visita obligada cuando se visita esta bella ciudad marítima. Este reloj monumental, que se yergue orgulloso en la Rue du Palais desde hace más de 450 años, tiene una historia fascinante.Construida en el siglo XIV, la torre del Grosse Horloge era originalmente una puerta fortificada de la ciudad, destinada a protegerla de los invasores. Fue transformado en reloj en el siglo XV, añadiéndole una esfera y una campana que marcaba las horas. A lo largo de los siglos, la torre ha sufrido numerosas transformaciones y restauraciones, pero su reloj ha seguido marcando el tiempo para los habitantes de La Rochelle y los visitantes que pasan por allí. Hoy en día, el Grosse Horloge es una joya de la arquitectura local y un testigo privilegiado de la historia de la ciudad. El cartel, que representa el puerto y los barcos en primer plano, destaca el rico patrimonio marítimo de La Rochelle, que siempre ha sido una ciudad orientada hacia el mar. Sin duda será una maravillosa invitación para que los amantes de la historia y de los bellos paisajes vengan a descubrir esta ciudad llena de encanto e historia.