
Marruecos es la cuna de este preciado aceite, donde su producción sigue un meticuloso proceso artesanal. Cada gota de aceite se obtiene mediante extracción en frío de las semillas, siendo necesarias casi una tonelada de fruta para producir un solo litro de aceite. Este saber hacer ancestral garantiza un aceite puro, altamente concentrado en nutrientes esenciales. Antienvejecimiento excepcional: Rico en vitamina E y ácidos grasos esenciales (omega-6), el aceite de tuna combate los signos del envejecimiento reduciendo las arrugas y mejorando la elasticidad de la piel. Hidratación intensa: Gracias a sus propiedades emolientes, nutre y protege la piel, manteniendo su hidratación natural. Regeneración de la piel: Su poder cicatrizante ayuda a reducir cicatrices, estrías e imperfecciones de la piel. Fortalecimiento del cabello: Nutre profundamente el cabello, devolviéndole fuerza, brillo y flexibilidad. Lucha contra las puntas abiertas Origen: Marruecos