Sucumba al encanto del otoño con esta vela artesanal, vertida en una elegante taza de vidrio con forma de calabaza, decorativa y reutilizable. Su cera trabajada en crema batida se ve realzada por flores y una rama estilo canela, realizadas íntegramente a mano. Su fragancia Canela Vainilla difunde una calidez deliciosa y envolvente: la canela aporta su intensidad picante, suavizada por la dulzura cremosa de la vainilla. Un aroma reconfortante que recuerda a los postres de otoño y a las tardes acogedoras. Una vez que la vela se haya consumido, la taza se puede limpiar y transformar en una taza o en un objeto decorativo, extendiendo el placer más allá de la vela.