El uso de polvo de frutas se remonta a la antigüedad. Las antiguas culturas griega y romana utilizaban polvo de fruta para conservar y transportar fruta fresca, mezclándola con miel y secándola. Los aztecas también utilizaban el polvo de frutas para conservar los alimentos, especialmente frutas y verduras, secándolos al sol y moliéndolos hasta obtener un polvo fino. Con el tiempo, el uso del polvo de frutas se ha expandido a otras áreas, especialmente en las industrias alimentaria y cosmética. El polvo de fruta se utiliza como ingrediente en una variedad de productos alimenticios como bebidas, barritas energéticas, dulces y helados. En cosmética encontramos que los beneficios de las frutas se utilizan para muchos tratamientos de cuidado de la piel. Para hacer la piña en polvo, primero se pela la piña, luego se corta en rodajas y finalmente se seca en un deshidratador o en un horno a bajas temperaturas. Luego se muelen hasta obtener un polvo fino. El polvo de piña es rico en nutrientes como vitaminas B6 y C, potasio, magnesio y fibra. Por tanto, puede ser una gran opción para añadir nutrientes a tu dieta. Sin embargo, como ocurre con cualquier forma de piña, también tiene un alto contenido de carbohidratos y azúcar, por lo que debe consumirse con moderación si sigue una dieta baja en carbohidratos o azúcar. Sin embargo, si bien los frutos secos conservan sus beneficios para la salud, es importante tener en cuenta que el polvo de fresa no reemplaza los beneficios de las fresas frescas, ya que el proceso de deshidratación puede provocar una pérdida de ciertos nutrientes y vitaminas.