Esta vela está llena de frescura, su olor nos recuerda dulces recuerdos en los salones de té japoneses. Las notas ácidas de la mandarina se mezclan delicadamente con la dulzura del té para crear la alianza perfecta. El envase blanquecino está delicadamente moteado en tonos cálidos que recuerdan el color de la mandarina. ¡Una vez que se consuma su vela, puede usar su recipiente como una taza de café! Fragancia de té de mandarina (aromática fresca): bergamota, limón, lirio de los valles, sándalo, cardamomo. Cada creación es torneada a mano con delicadeza por Eugénie nuestra ceramista, haciendo de cada vela una pieza única. Nuestras creaciones pueden tener ligeras variaciones en forma, peso, capacidad y color. En colaboración con Eugénie Hateau.