El aroma de una siesta bajo el cenador, un bol de frutas de verano colocado sobre la mesa... El melón captura la frescura de los días soleados, entre hierbas cortadas y pulpa dulce. Las primeras notas se abren con ruibarbo picante, realzado con un toque de menta. Luego viene el corazón: un melón jugoso y bañado por el sol, suavizado por un toque de jazmín y manzana verde. En el fondo, la sandía prolonga esta frescura afrutada, como agua infusionada en el jardín. Un aroma esencial para el verano.