Descubre la intensa combinación de frambuesa y guinda, en una mermelada con fuerte carácter. Cocinada lentamente en calderos de cobre según la artesanía tradicional, esta receta resalta la frescura ácida de la frambuesa y la profundidad aromática de la guinda. Con un mínimo de 69% de fruta, ofrece una textura generosa y un sabor potente, como una mermelada casera excepcional. Un concentrado de fruta y de saber hacer bretón para realzar sus tostadas, sus panqueques o sus postres.