Café Peruano – El Palomar – Molido Un terroir de gran altitud para un café excepcional El Café Peruano – El Palomar – Molido crece en la región de El Palomar, entre 1400 y 1900 metros sobre el nivel del mar. Esta altura le da a los granos un sabor más intenso. Allí se cultivan varias variedades de Arábica: Typica, Bourbon, Caturra y Pache. Estos tipos son reconocidos por sus aromas refinados y su buena resistencia a las enfermedades. Una cultura comprometida y natural Los cafetos crecen a la sombra de árboles como el Pacay. Esta protección natural evita la luz solar directa y ayuda a que las cerezas maduren lentamente. Gracias a este método agroecológico el medio ambiente se mantiene preservado. Además, las hojas muertas enriquecen el suelo, reduciendo el uso de fertilizantes. Una cooperativa que apuesta por la calidad La Cooperativa Agrícola de Frutos Ecológicos (C.TIENE.f.MI.) Sanchirio Palomar gestiona la producción de este café. Utiliza únicamente fertilizantes naturales como guano marino o pulpa fermentada. Los productores recogen las cerezas a mano y eligen sólo las más maduras. Esta rigurosa selección garantiza un café de calidad. Procesamiento respetuoso y controlado Tras la cosecha, los granos pasan por varias etapas: despulpado, fermentación y lavado. Luego se secan al sol sobre losas de hormigón. El agua utilizada es tratada para evitar la contaminación y la pulpa reciclada se convierte en fertilizante. Este proceso limita el impacto sobre la naturaleza. Un sabor equilibrado y delicioso En taza, el café El Palomar revela aromas ricos y equilibrados. Descubrimos notas de chocolate, frutos rojos y un toque floral. Su cuerpo es medio, su acidez suave y su final muy agradable. Este café atraerá a quienes gustan de los perfiles sutiles. Café certificado y trazable Desde la plantación hasta la taza, cada paso es monitoreado de cerca. Este café cuenta con certificaciones Naturland y IMO Control. De esta manera, se respetan los estándares orgánicos y se valoriza el trabajo de los productores. Un proyecto sostenible e inclusivo Finalmente, la cooperativa paga una bonificación por cada kilo vendido. Este fondo apoya proyectos útiles: infraestructura, escuelas y cultivos alimentarios. Gracias a esto, fortalece el desarrollo local al tiempo que ofrece café responsable.