Arabesk: el latón original está grabado, luego lacado en negro y luego cepillado con un color blanco para resaltar el diseño. Un complemento imprescindible de objetos para nuestras preparaciones en la cocina o en el baño. En formato cuenco de arroz, 2 cuencos dorados y negros para acompañar el cuenco de hammam, llamado “tasseh”. Un surtido trío para preparaciones cosméticas, el spa o para sentarse alrededor de una mesa. Una colección exclusiva creada por Karawan. Lisos, martillados o grabados en arabesco, estas bandejas, vasos y cuencos son piezas maestras en el salón o spa. Sus materiales y colores concentran la luz y marcan un tono festivo y acogedor para cada ocasión. UTENSILIOS PARA BAÑO Y HOSPITALIDAD Con estos objetos que firman gestos de acogida, el espacio se recompone a lo largo del tiempo, según la inspiración, según los pasajes, se convierte en un lugar donde el corazón se instala para el encuentro. Los cuencos, de 2 tamaños, se utilizan en el hammam para enjuagarse, para drenar el agua recogida de los lavabos o como recipientes para los preparados terapéuticos: exfoliante rhassoul, jabón negro... o como bolsillo para guantes, esponjas... La colección Karawan de bandejas y cuencos de hammam está hecha a mano en un taller del antiguo bazar de Delhi. Se les da forma en múltiples operaciones a partir de una lámina de latón, que es una aleación de cobre y zinc. Durante 5 generaciones, la familia KAMAL ha transmitido y desarrollado este saber hacer en latón que reúne varias etapas manuales. El taller se basa en primer lugar en una sólida alianza familiar. Tradicional e innovadora, esta familia ha sabido adaptar y desarrollar las condiciones de trabajo manteniendo la tradición artesanal. En el antiguo bazar de Chandni Chok, están entre los últimos en utilizar este conocimiento artesanal, afrontando la semiindustrialización mediante líneas de llenado de moldes. Cada paso sucesivo corresponde a una profesión: “El Planeador” da forma a las láminas de latón martillando, utilizando técnicas de herrería. El “reempujador volteador” da forma a los cuencos mediante un torno; el grabador creará detalles y adornos en el objeto. El pulidor se encarga del acabado. Un centenar de personas trabajan juntas en condiciones respetuosas con las personas y el medio ambiente. Un tercio de la población pertenece a la misma familia y cada oficio está bajo la responsabilidad de un “muhalim”, maestro artesano. Su deseo de dar a conocer y perpetuar este saber hacer les ha llevado a favorecer la exportación durante los últimos diez años. Para ello, pudieron cumplir con las normas de la OIT y excluir todo el trabajo infantil, invirtiendo fuertemente en el valor de los artesanos que constituyen el gran valor de este taller. Toda la colección es compatible con el contacto con alimentos