Suaves como la primavera y dulces como un sueño, estos delicados pendientes con flores ruborizadas son una encantadora oda a la inocencia. Cada flor está hecha de pétalos de resina en capas con un suave degradado de blanco y rosa y brilla con un brillo etéreo. Su tamaño sutil y su color de ensueño los hacen perfectos para picnics, fiestas o cualquier momento que requiera un poco de dulzura. Ligero, encantador y infinitamente ponible.