Una gran flor de lis se coloca en cada esquina del marco, sus pétalos se extienden hacia afuera para producir una apariencia fluida y unificada. Su forma cuadrada queda subvertida por la cenefa redonda que encierra el espejo central. Los pequeños toques dorados que emergen a través del color blanco del marco ayudan a acentuar el detalle enrollado. 90 x 3 x 90 cm