En 1977, dos jóvenes pilotos de rally de Turín (Italia) tuvieron un sueño: crear una marca de equipo de seguridad para deportes de motor más segura, más elegante y, en general, mejor. Un año después, nació el primer traje de carreras ignífugo. Resistir 11 segundos en llamas supuso un punto de inflexión en el mundo de la Fórmula 1. En los años siguientes, vendrían más: cascos, guantes, volantes, arneses, asientos de coche... todo lo que Sparco tocaba parecía convertirse en oro en seguridad. Hoy, en el mundo de las carreras, Sparco es, sin duda, el Santo Grial en confiabilidad, calidad y protección. Nuestra colaboración oficial con el fabricante italiano rinde homenaje a algunos de sus productos icónicos, y uno más; después de todo, ¿qué es lo que no me encanta de Luigi?