¿Qué pasaría si cocinar se convirtiera en un camino? En Japón, bajo el impulso de los monjes budistas, la cocina shojin ha florecido durante siglos. Vegetal, de temporada, sencilla y sabrosa, no busca impresionar ni seducir, busca cuidar. A través de los gestos del tenzo, el cocinero del templo, se desarrolla una práctica que permite mantener el vínculo entre quien cocina, sus invitados y la gran cadena de vida que hace todo esto posible.