Cuando aparecen los espárragos, seguidos de los guisantes, las cerezas y las fresas...¡Es felicidad! Con la promesa de todas las frutas y verduras que vendrán, los mercados abundantes, las próximas vacaciones cuando las casas se llenen y nos tomemos el tiempo para mimar a nuestros seres queridos. Un primer libro no fue suficiente para mí. Aquí hay un segundo. ¿Por qué privarse, no añadir más, darse un capricho? ¡Aquí estamos, buffets, picnics, grandes aperitivos y cenas que se prolongan bajo la luz fresca e incandescente del final del día!