Imagina cuidar la piel de tu rostro con seda, la fibra más suave y ligera del mundo. Mima tu piel incorporando la lujosa experiencia de nuestras toallas a tu rutina diaria y siente la diferencia. Puedes utilizar la toalla de diversas maneras, en función de tus necesidades, tanto en seco como mojada: En seco y con la piel seca para exfoliar, eliminar pielecitas y tratar zonas con eccemas o dermatitis, para secar tu rostro, etc. Para conseguir los mejores resultados en la limpieza y desmaquillado de la piel, recomendamos que se haga con la toalla mojada de la siguiente manera: Aplica tu limpiador o desmaquillante habitual en la cara. Humedece la toalla de seda en agua caliente y déjala reposar unos segundos en la piel del rostro para que se abran los poros. Retira el limpiador o desmaquillante masajeando en suaves círculos con la toalla por toda la cara, notarás cómo retira todo el maquillaje, limpia en profundidad y exfolia tu piel suavemente. Aclara la toalla y repite el proceso si lo necesitas. Mírate en el espejo y ¡admira la diferencia! Cuidados de nuestras toallas de seda: La seda natural no es tan sensible como otro tipo de seda, por lo que su lavado y mantenimiento es más sencillo. Se pueden lavar en la lavadora a 40º máximo usando un detergente apto para la seda. No uses detergentes que contengan lejía o blanqueadores ópticos ni secadora. Siempre puedes, por supuesto, lavarlas a mano delicadamente con champú y agua fría. Es recomendable lavar las toallas antes del primer uso. Las toallas pueden encoger después del lavado al tratarse de un tejido compuesto fundamentalmente de proteína. Tras un uso normal y planchado pueden volver a estirarse. Notarás que es un tejido irregular y con el uso le aparecerán una especie de "bolitas"; no sólo son normales y parte natural del tejido de seda, sino muy beneficiosas para el pelo y la piel.