Esta refinada bola de nieve captura la gracia y la ligereza del ballet clásico. Bajo la cúpula de cristal, una joven bailarina con un vestido rosa baila de puntillas junto a un cisne blanco, símbolo de elegancia y pureza. Cada detalle —la delicada pose, el tutú finamente esculpido, el movimiento fluido— está elaborado y pintado a mano. La base de cerámica está decorada con flores en tonos pastel. La escena está iluminada por una suave luz integrada que resalta cada movimiento y crea una atmósfera mágica. Funciona con dos pilas AA (no incluidas). Cuando se le da cuerda al mecanismo, como a una caja de música, la bailarina comienza a girar al son del famoso tema de "El lago de los cisnes" de Chaikovski. La bola está equipada con un efecto de nieve automática que se activa al mismo tiempo que la melodía, creando un espectáculo encantador.