Esta gran bola de nieve (12 cm de diámetro) parece transportarnos a la infancia, a la época en que el abeto siempre parecía más grande que nosotros y en que la primera nevada parecía un verdadero milagro. Bajo la cúpula de cristal se despliega una luminosa escena navideña: un árbol bellamente decorado con bolas rojas y guirnaldas doradas. À A sus pies reposaban regalos y juguetes, entre ellos un pequeño osito de peluche. À A un lado, Papá Noel, entronizado en su trineo rojo finamente decorado, está listo para partir con sus renos a repartir regalos por todo el mundo. La base del globo, que recuerda a la madera tallada, está adornada con guirnaldas y cintas rojas, creando un ambiente cálido y festivo, similar al de un salón navideño tradicional. Un elegante diseño dorado recorre el borde, con un toque vintage. Cada detalle está meticulosamente elaborado a mano. Cuando se le da cuerda al mecanismo musical, como a una caja de música, suena la melodía "Vive le vent". Al mismo tiempo, la escena interior comienza a girar y la nieve empieza a arremolinarse automáticamente, creando el efecto de una auténtica tormenta invernal. Y a nuestro alrededor, renace esa expectativa de un milagro, esa sensación de que la magia de la Navidad está a punto de suceder.