Al crear F.Y.G. era importante producir no solo otro producto perfumado, sino una experiencia inmersiva. Si bien cada aroma tiene una historia y un carácter individual para evocar la memoria, el sentimiento y el estado de ánimo, era igualmente importante crear diseños modernos, para encajar y mejorar sutilmente cualquier espacio vital. Y con todo eso, F.Y.G. tenía que ser sostenible.