fibra de kapok Después de la cosecha, la fibra de kapok no sufre ningún tratamiento adicional, ni lavado ni “refinado” químico. Más bien, se añade de forma totalmente natural a almohadas y colchones. Se caracteriza por ser un muy buen material de relleno con excelentes propiedades: la fibra es hueca y extremadamente ligera. Gracias a la gran bolsa de aire, aísla bien y es agradablemente cálido. Las fibras de Kapok tienen una superficie suave como la seda, por lo que no se sienten ni se aglutinan como la lana o el algodón. Gracias a una capa de cera natural, la fibra de kapok es transpirable y la humedad se transfiere rápidamente, pero no se absorbe ni se retiene. Esto significa que no se puede desarrollar el clima bacteriano cálido y húmedo, tan temido en los colchones. Origen La fibra de ceiba proviene del árbol de ceiba, también conocido como árbol de la lana, que crece hasta 50 metros de altura y actualmente se encuentra principalmente en las zonas tropicales de Asia. Crece de forma silvestre y no se cultiva en plantaciones, por lo que no se utilizan pulverizaciones ni fertilizantes. En el momento de la cosecha, las cápsulas maduras se recogen a mano, se abren y se secan al sol. A continuación, las fibras ligeras y aireadas se separan de las semillas en una cámara de soplado. El cabello sedoso y brillante, que mide hasta 4 cm de largo, está cubierto con una fina capa de cera y, por lo tanto, es repelente al agua y no se puede hilar.