Este jarrón decorativo de ónix blanco impresiona con su silueta esculpida de forma orgánica, evocando el movimiento suave de las olas. Su acabado natural y vetas únicas elevan la presencia del espacio donde se ubique, aportando una estética minimalista con carácter artístico. Pensado para cautivar tanto por su forma como por su funcionalidad, este jarrón se convierte en el protagonista de cualquier estancia, ya sea como florero estilizado, soporte para velas o recipiente de diseño para utensilios.