Este cuenco decorativo, tallado en ónix blanco natural, es una pieza escultórica que combina funcionalidad y estética. Su forma redondeada y acabado translúcido permiten que la luz lo atraviese suavemente, creando reflejos cálidos y sutiles en cualquier superficie. Usos sugeridos: - Como recipiente para piedras aromáticas, popurrí o esferas decorativas - Elemento central en mesas auxiliares, estanterías o recibidores - Detalle visual en composiciones de baño o tocador - Pieza de acento en sesiones de estilismo o fotografía de producto