Al igual que la niebla de la mañana que se extiende sobre antiguas casas de piedra de labranza, Brume es un color neutro cálido y relajante que irradia un lujo discreto. El lino suave y fluido y el borde delicadamente ondulado evocan el encanto natural de las mesas rústicas francesas, donde cada comida se siente como un ritual preciado.