Príncipe del Maquis, el Mirto ha sido apreciado desde hace mucho tiempo en Córcega por sus virtudes sobre la belleza y el bienestar. Calmante y tonificante, resulta una valiosa ayuda para las pieles cansadas o irritadas. Astringente y revitalizante, mejora la calidad de la piel y lucha contra el envejecimiento. Más suave que su primo el eucalipto, el mirto también es ideal para crear una atmósfera relajante para la mente o purificar las vías respiratorias, incluso para las personas más sensibles. Es también un aceite esencial descongestionante y reafirmante, tan útil para descongestionar la nariz tapada como para tratar varices o estrías.