El aceite de girasol virgen es muy importante en la dieta porque contiene un alto porcentaje de ácido linoleico (58%). Se dice que este ácido graso es esencial porque los humanos no pueden sintetizarlo. Por lo tanto, debe proporcionarse mediante alimentos. En el cuerpo, el ácido linoleico se convierte en una serie de ácidos grasos más largos e insaturados. Éstos están involucrados en la mayoría de las funciones fisiológicas. Desempeñan un papel estructural dentro de las membranas celulares y también son fuente de prostaglandinas biológicamente activas en la regulación del metabolismo celular. El aceite de girasol virgen se utiliza en dietas destinadas a prevenir enfermedades cardiovasculares y reducir el “colesterol malo” (acompañado de ingredientes crudos en ensaladas y verduras crudas). Además, el aceite de girasol es rico en vitamina E, un antioxidante natural.