El aguacate era muy conocido por los aztecas y los pueblos indígenas de Centroamérica, quienes lo utilizaban en cosmética para proteger sus rostros de los vientos secantes. Cuenta la leyenda que los nativos también lo usaban en el cabello para favorecer su crecimiento. El aceite de aguacate se extrae de la pulpa del fruto del aguacate. Este aceite se utiliza tradicionalmente por sus propiedades suavizantes y protectoras. También se ha demostrado que promueve la regeneración celular (aceite utilizado en preparados antiarrugas). La elasticidad de la piel mejora después del uso regular de este aceite.