Conocida desde el año 77 d.C., la malaquita ha conocido varios usos desde su descubrimiento. Se ha utilizado como pigmento desde la antigüedad para pintura y cosmética. También es reconocido por sus propiedades protectoras: antioxidante y desintoxicante. La malaquita mejora la capacidad de persuadir y libera bloqueos emocionales del pasado que se han enterrado con el tiempo en las profundidades del alma.